Era un día como otro cualquiera, no había nada extraordinario previsto, pero Dios tenía otros planes . Así fue el día en el que Pablo sintió la llamada de la vocación consagrada, como un flechazo y sin poder dudarlo, Dios le pedía que se entregara a Él, y como a veces no podemos fiarnos de nuestros sentimientos, pidió luz antes de abrir la Biblia al azar, y sus ojos se toparon con Isaías 43:1, donde dice "Y ahora esto dice el Señor, que te creó, Jacob, que te ha formado, Israel: No temas, que te he redimido, te he llamado por tu nombre, tú eres mío ". Cualquier persona podría haberlo interpretado de otra forma, pero Pablo lo cogió al vuelo , entendió que Dios le hablaba a él y le pedía todo. Lo habló con su director espiritual, que es quien te ayuda a saber lo que tienes que hacer para acercarte más a Dios y hacer las cosas bien con el Jefe, entre otras cosas. Ahí Pablo sabía que Dios le pedía que le entregara su vida , pero...¿dónde? Con su historial médico, tras 5 a...